Sojo, Eduardo (Demócrito)

Sojo, Eduardo (Demócrito)

Eduardo Sojo fue un republicano español que debió refugiarse en la Argentina en 1883 debido a las persecuciones políticas de las que fue víctima en su país, para firmar sus dibujos utilizaba el sobrenombre de Demócrito.

El 16 de agosto de 1884 publicó el primer número de la revista Don Quijote, de caricaturas y crítica política, que marcó un hito y saldría hasta 1905.
En varias oportunidades se enfrentó con el poder político siendo detenido y censurado.El presidente Miguel Juárez Celman le prohibió dibujar su caricatura bajo amenaza de prisión. Sojo entonces, teniendo en cuenta su origen cordobés, comenzó a simbolizarlo como el ‘burrito cordobés’, comparación con la que se hizo famoso.
Julio A. Roca aparecía dibujado como un zorro y José Evaristo Uriburu como un búho.Don Quijote apoyó activamente la Revolución del Parque de 1890 que llevó a la caída de Juárez Celman. Leandro N. Alem, líder de la revolución, dijo la Revolución del Parque la hicieron el pueblo y "Don Quijote".
Terminada la lucha Sojo editó un número extraordinario de Don Quijote para recaudar fondos para todas las víctimas de la revolución, de ambos bandos.
Don Quijote criticaba duramente el régimen electoral fraudulento que imperaba en la Argentina impuesto por el roquismo.
En el número del 14 de febrero de 1892 dice:1. Aquí, con el sistema actual, las urnas están de más; todos sabemos por quien va a votar cada cual, y esto, que lo saben los escrutadores también, se preparan con tiempo para el fraude...No debe pues, pasarse más tiempo sin que se implante otro nuevo y que dé garantías de imparcialidad y legalidad al ciudadano.

Tras varios anuncios, en abril de 1903 Sojo decidió terminar con Don Quijote y editar una versión remozada que salió bajo el título de Don Quijote Moderno, el emprendimiento dirigido por él pero cuya propietaria fue Ascención Blasco de S. (se supone que es la esposa de Sojo), durará hasta 1º de noviembre de 1905 y se publicará en formato de 35 x 23 cm.Luego de leer tapa y contratapa, se despliega la página central - como antes en Don Quijote-, y se ve la segunda central ilustrada con caricaturas.
Bajo el lema de Por un ojo tres, por un diente una quijada, la nueva publicación salía a la calle los jueves y mantenía en lo esencial el estilo combativo y crítico de su predecesora